Mónica Alegre es directora comercial de Industrias Alegre y presidenta de AVIA. Y también es vocal de la Junta de Gobierno del COGITI Valencia. Su trayectoria, su experiencia y su responsabilidad al frente del clúster valenciano de la industria auxiliar del automóvil le otorgan un privilegiado punto de observación del sector. No rehuye ninguna pregunta ni pone paños calientes. Este es el análisis que hace de la situación que vive la automoción a nivel mundial y local.
-¿Qué ha significado para el sector de la automoción española la crisis del coronavirus? ¿Habrá un antes y un después de esta crisis?
El sector automoción ya se estaba enfrentando a una situación de retos disruptivos antes de la crisis del Coronavirus, se encontraba en plena evolución hacia otro modelo. Por un lado, la transición ecológica, los cambios en el uso del vehículo, la conversión al vehículo eléctrico, conectado, autónomo, compartido. Por otro, teníamos por delante la salida del Reino Unido de la Unión Europea y sus consecuencias en materia de exportación. Además, teníamos también las diferencias comerciales entre China y Estados Unidos que estaban abocando a una escalada de aranceles con sus consecuencias en el resto del mercado internacional. Veníamos de una etapa dura en la que el sector además se estaba ajustando a vender los coches que se demandaban cumpliendo con los niveles de emisiones cada vez más exigentes, acelerando inversiones, fabricar más con menos… Y con todo esto, llega la crisis del Coronavirus, una situación sin precedentes, una crisis global que ha echado por la borda cualquier previsión económica de las empresas y de los Estados. Una crisis que nos trae otra forma de consumo y con la que llegará un nuevo cambio en el patrón de consumo que tardará en saberse cuál será. La prioridad del consumidor ha cambiado. Hay que tener un plan tecnológico e industrial para enfrentarnos al nuevo escenario, a esa nueva normalidad de la que todos hablamos, que más que nueva será diferente.
-¿Cree que ha tenido algo que ver el cierre de las plantas de Nissan en Catalunya con el estado de emergencia forzado por la pandemia?
El caso de Nissan, y aprovecho la ocasión para decir que desde AVIA lamentamos mucho lo que ha sucedido, parece que ya venía de antes de la situación del Covid-19. El grupo ya tenía marcados los ajustes a realizar antes del estallido de la pandemia y su plan antepone la rentabilidad al volumen. Un cambio de filosofía con el objetivo claro de mejorar eficiencia y en el que se han distribuido el planeta cada una de las marcas del grupo, tanto en mercados y tecnología como en modelos.
-¿Cree que llegará un momento en que la Ford de Almussafes correrá la misma suerte que las plantas de Nissan en Barcelona?
Nosotros no podemos hablar en nombre de Ford, pero a priori puedo pensar que la situación no es comparable a la de Nissan. Ahora mismo Ford Almussafes tiene carga de trabajo, se acaba de reactivar el tercer turno y está en pleno lanzamiento del nuevo Kuga. Y también se anunciaron en enero inversiones por valor de 42 millones de euros destinadas a la fabricación de nuevos modelos híbridos como el S-Max y del Galaxy y la nueva planta de montaje de baterías para vehículos electrificados.
-¿Camina el sector hacia una concentración de marcas?
En mi opinión, es algo que tiene lógica. Las inversiones para hacer frente a las tendencias de futuro como son la digitalización, la electrificación o la conducción autónoma son difíciles de hacer en solitario y necesitan muchos recursos económicos. Las economías de escala van a tener menos relevancia. Los principales factores de éxito con vistas al futuro son la rapidez y tener la tecnología o los aliados adecuados con lo que sí veo que se vaya hacia esa concentración de marcas.
-¿Cuánto de lejos queda aún el coche eléctrico a gran escala?
Estamos en un momento de transición hacia otros modelos de motorización que se alineen con esa movilidad sostenible que todos queremos, y en el caso del coche eléctrico que preguntas, creo que podremos decir que se habrá llegado a ese punto de desarrollo cuando estén claras las respuestas a preguntas como por ejemplo si existe infraestructura suficiente, nivel adecuado de autonomía, dónde puedo recargar el vehículo y cuánto tiempo se necesita para la recarga o precio asequible por el consumidor medio.
-¿Qué ambiente se respira en las industrias auxiliares de Ford?
En AVIA tenemos dos tipos de empresas: las que son manufactureras y las ingenierías. El parón por el Corona les ha afectado a todas porque tuvieron que parar más pronto o más tarde, algunas de forma parcial, y otras total. Cuando el mundo se paró a mediados de marzo, un total de 17.300 trabajadores del sector auto de la CV se vieron afectados (el 61% del total del empleo generado por las empresas de AVIA) en el primer mes, 52 empresas (de las 117) presentaron ERTE’s de los cuales fueron de Fuerza mayor el 67%. En abril la cifra fue mayor y casi el 90% de nuestras empresas se vieron afectadas. Desde la primera semana de mayo, cuando las plantas de los OEM’s empezaron de nuevo a trabajar, las nuestras también lo han ido haciendo. Dependiendo del tipo de empresa, ya están entre uno y dos turnos. Lo que sí se estima es una caída en las cifras de ventas en este 2020 de mínimo un 30%.
Mónica Alegre, en las instalaciones de Industrias Alegre.
-¿Qué está aconsejando AVIA a sus asociados?
Desde el inicio de la crisis sanitaria hemos estado al lado de nuestros asociados, poniéndonos a su entera disposición en todo momento. Manteniéndoles informados de todas las novedades que iban surgiendo, trasladándoles todas las acciones que realizábamos con los distintos agentes sociales, con el resto de clústers a nivel nacional, el cómo evolucionaba el sector, organizando webinars con temas de interés en esos momentos y que tuvieron gran acogida, igual que otro tipo de encuentros virtuales donde compartir los diferentes pareceres ante lo que iba ocurriendo. Más que nunca era y es el momento de estar ahí y unidos. Desde el principio teníamos claro que nos teníamos que ayudar para que el foco estuviera de forma prioritaria en velar por la salud de todos, pero sin dejar de pensar en la continuidad de nuestros negocios. Seguimos trabajando por y para nuestros asociados, potenciando la colaboración entre todas nuestras empresas. Y seguimos apostando por nuestra industria en la CV y hemos seguido con la puesta en marcha de nuestro HUB de innovación, reenfocando la propuesta que teníamos hasta ahora para promover acciones que sirvan para reactivar y fortalecer a nuestras empresas tras el Covid. Lo que podemos recomendar a nuestros asociados es que hemos de centrarnos en ser más competitivos, eficaces, flexibles, rápidos para adaptarnos a las nuevas necesidades que van surgiendo, como antes pero siendo aún más creativos si cabe.
-¿Qué valoración hace del 'Plan de Impulso a la cadena de valor de la Industria de la Automoción, hacia una movilidad Sostenible y Conectada' que ha anunciado el Gobierno de España?
La valoración de este plan es positiva a priori, ya que se ha dado respuesta a demandas clave del sector. Importante es que la dotación económica está dirigida a la cadena de valor y a la adquisición de nuevos vehículos, sea cual sea su motorización y que permitirá eliminar de las vías españolas automóviles de más de 13 años, media de los vehículos en España. Hay también medidas importantes para el sector de componentes, representado en un alto porcentaje en nuestra asociación. Por un lado, el plan incentiva fiscalmente la innovación en procesos, clave para avanzar en la transición tecnológica y ecológica. Y por otro se impulsa la FP y la formación continua: es necesario que igual que las empresas se transforman, los empleados también lo hagan. Ahora hay que desmenuzar bien el plan, incluyendo su letra pequeña, y bajar a las medidas concretas para su correcta ejecución. Hay que seguir trabajando para trazar una hoja de ruta clara, y además hacerlo de forma rápida y sencilla.
-¿Qué puede hacer el Gobierno valenciano para echar una mano al sector?
Considero que es muy importante continuar trabajando codo con codo con nuestro Gobierno para que la apuesta por el sector de automoción de nuestra Comunidad sea clara, para que se apoye a este sector tan importante y se siga empujando al sector en los próximos años. Vemos la necesidad de articular una estrategia a medio y largo plazo y esta pasa también por dar un apoyo firme al Valencian Innovation Mobility HUB. Un proyecto auspiciado por AVIA y con el que buscamos posicionar a la Comunitat Valenciana como foco de innovación de la movilidad tanto a nivel regional y nacional como a nivel europeo. Este HUB es una apuesta a largo plazo para el sector. Por otro lado, planteamos cuestiones como valorar la posibilidad de complementar el Plan Prever de automoción con un tramo autonómico que mejore las condiciones de adquisición de vehículos. Programas de I+D+i, Reindus e ICO que sean bianuales, con convocatoria abierta y quizá con algún tramo no reembolsable. El poder aprobar medidas de incentivo fiscal que puedan ayudar a las pymes a potenciar los resultados de la medida anunciada en el plan en este sentido. Y también la creación de infraestructuras de recarga para incentivar el Vehículo Eléctrico. Al igual que hacer fuerza para que se pueda conseguir construir un modelo de movilidad homogéneo en todo nuestro país. Y pediría también que nos apoye para realizar una campaña de sensibilización al consumo, para ayudar a despejar todas las dudas que se han instalado en el consumidor a la hora de comprarse un vehículo, después de todos los mensajes que se han ido lanzando y que han creado tantísima incertidumbre.
-El sector del automóvil fue un ejemplo de anticipación a la crisis de 2008 y supo capear el temporal. ¿Será capaz de hacer lo mismo ahora?
No nos queda más remedio… me considero una persona optimista, pero en este caso quiero ser optimista con moderación. Estoy convencida de que vamos a salir, por supuesto, pero la recuperación de nuestra industria va a ser lenta y progresiva. Hay mucha incertidumbre, además no sabemos cómo va a seguir evolucionando la pandemia en los próximos meses, o cómo va a variar el patrón de consumo. Una crisis como esta, de salud pública mundial que arrastra y lleva a una social y económica en la que todo el PIB se ve afectado, es profunda. Todo va a depender de si se compran coches o no, en función de la demanda, la evolución del sector será una u otra. Pero nuestro sector ya ha demostrado su fortaleza ante otras crisis, la flexibilidad y la capacidad de adaptación de nuestras empresas es lo que ha permitido salir de estas situaciones con éxito. La competitividad sigue siendo la clave.
-¿Cree que el dieselgate ha actuado como lastre o como revulsivo para el sector?
Creo que el Dieselgate sí fue el punto de inflexión hacia una transición “acelerada” hacia el vehículo sostenible. Fue una lección dura para el grupo VW, pero se ha visto que el grupo ha podido ir asumiendo los costes, y ahora mismo es el gran tractor de la transformación del sector hacia ese otro tipo de motorizaciones. Hace ya casi 5 años desde que saltó la bomba, que llegó a afectar a 11 millones de vehículos en todo el mundo. Crisis que salpicó también a otras marcas, como Mercedes o BMW.
-¿Hacia dónde se dirige el sector de la automoción?
El sector sigue inmerso en un proceso de transformación que no es solo del sector automoción, sino que lo es de la movilidad en general. Y que está suponiendo un cambio radical en todo su ecosistema. Desde todo lo relativo al proceso de transición ecológica y lo que conlleva ir hacia motorizaciones más sostenibles (teniendo en cuenta que no sólo hay que fijarse en que son motores ‘limpios’ sino también en que la energía que éstos consuman lo sea también, al igual que todo su proceso de fabricación y reciclaje), las nuevas demandas que se generarán por la propia evolución de los vehículos y los nuevos modelos de negocio que se crearán fruto de esta transformación del automóvil. Y ahora está por ver como todo este proceso se va a ver afectado por la reciente crisis en la que estamos metidos.