El Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de España lleva años impulsando la acreditación DPC. El objetivo, conseguir que los ingenieros puedan adquirir nuevas competencias profesionales a lo largo de su trayectoria. Entrevistamos al presidente del COGITI, José Antonio Galdón, el principal promotor de las acreditaciones profesionales.
Unos años después de la entrada en vigor de Bolonia, ¿cómo ha repercutido la estructura de las nuevas titulaciones en el desarrollo de la profesión?
La reforma de las titulaciones no han ido en concordancia con la reforma de las profesiones. Creo que ha llegado el momento de afrontar de manera decidida la reforma del sistema de las profesiones que rige en España. España no puede seguir siendo una isla en el ámbito profesional, una isla donde no se tiene en cuenta ni la experiencia ni la formación continua, una isla donde se establecen dos niveles de ingeniería, una isla donde única y exclusivamente es el título profesional el que te da acceso a una profesión, una isla donde no se tiene que recertificar conocimientos para seguir manteniendo esa profesión.
¿Entonces, qué propone?
Tenemos que abrir nuestra mente, mirar hacia otros países para ver como están funcionando, tanto a nivel europeo como en el resto del mundo, e implantar de forma decidida un proceso competitivo para el crecimiento del profesional, de tal forma que las atribuciones profesionales vayan siempre en consonancia con las competencias profesionales que cada uno vaya adquiriendo a lo largo de su vida. Cualquier profesional que tenga 15, 20 o 30 años de experiencia debería poder poner realmente poner en valor la experiencia y la formación que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida.
¿Qué les decimos a los ingenieros que han estudiado más años, que se consideran más capacitados que los ingenieros técnicos? Por que ellos esgrimen ese argumento: más años de estudio, más competencias.
Y en eso tienen mucha razón, aquí nadie les quita la razón, es una cuestión bien diferente. Si medimos las competencias está claro que una persona, ya no que haya estudiado más años, sino que haya adquirido más competencias en la universidad, pues tendrá más competencias que alguien que haya adquirido menos. Lo que no significa que una persona, antes o después de acabar una carrera con menos competencia, pueda ampliarlas en base no a una titulación académica sino a la experiencia y a la formación.
Que es lo que ocurre en el resto de Europa.
El resto de los países europeos te exige un título mínimo de partida y además una serie de requisitos para poder ejercer la profesión. De esta manera, no todos los que tienen el mismo título son iguales profesionalmente, eso está claro. El día que acaban la titulación, si han estudiado dos personas el mismo título, los dos prácticamente tienen las mismas competencias, por lo menos académicas, luego las transversales serán diferentes. Pero una vez que han pasado 5 o 10 años, si comparamos a esos dos mismos ingenieros, uno tendrá unas competencias y el otro otras, en función de hacia donde haya ido su proyección en el ámbito profesional.
O sea, que lo que se propone un sistema de acreditación, que cada cierto tiempo tienes que demostrar que has tenido una experiencia y acreditarte como experto.
Claro. En todas las profesiones es necesario un reciclaje permanente, pero es que en las ingenierías todavía más. Tenemos dos funciones primordiales: generar innovación e implantarla en las propias empresas. Eso exige reciclaje permanente para conocer la última tecnología, la última normativa, la última legislación: es la obligación de cualquier buen profesional. En otras profesiones sí que se pone más en valor lo que es la experiencia y la formación de cada uno y nosotros lo que queremos hacer precisamente es eso, que la ingeniería también se pueda poner en valor ese carácter diferencial que tienen los ingenieros que se forman de forma permanente, respecto los que no lo hacen.
Y este planteamiento ¿cómo cabe en Bolonia? ¿Sería, por ejemplo, que si tienes un grado, tienes unas ciertas capacitaciones y luego además si haces el master tienes más capacitaciones? ¿El máster te capacitaría para cosas que no te habilita el grado?
Ahora mismo, tal y como está montado Bolonia, el grado te transfiere una serie de competencias, y si luego a ese grado le sumas un máster, si es el máster habilitante te transfiere unas competencias, y si es otro máster que no es habilitante, pero que es una especialización también de la carrera, te transfiere otras competencias. Todas esas competencias las tienes que tener en tu currículum, y lo que sí que tenemos que tener muy claro es que si queremos realmente generar una profesión competitiva tenemos que conseguir que quien tenga las competencias suficientes para hacer una determinada actuación profesional, las pueda realizar. Lo que no se puede es estar pendiente de que sea un título el que defina para toda la vida. Tiene que haber algo más que te permita ampliar todas esas competencias profesionales o atribuciones profesionales que tú has adquirido con tu titulación académica.
¿Esta práctica podría traspasarse a carreras no técnicas?
La acreditación del modelo de desarrollo profesional continuo está aprobado en todas las profesiones, en el seno de Unión Profesional, que es donde estamos representadas todas las profesiones: abogacía, medicina, veterinaria, farmacia, economistas... Esto es algo que realmente tenemos que poner en marcha todas las profesiones, cada una con sus singularidades. Me refiero en cuanto a la formación, ya que siempre hay profesiones que son mucho más estáticas, como hemos dicho antes. En ingeniería, el dinamismo es mucho mayor y necesitamos más reciclaje. El desarrollo profesional continuo es un objetivo primordial para todo el colegio, para ofrecer un servicio de calidad a la sociedad y ofrecerles profesionales realmente preparados para poder ejercer de forma correcta su profesión.