Hace algunas semanas, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Valenciarecibió la llamada de un particular que denunciaba la mala praxis de un ‘pseudoprofesional’ que dejó a medias un proyecto en el que había depositado grandes esperanzas. El cliente se sintió en la inseguridad más absoluta y sin cobertura jurídica. Por este motivo recurrió al Colegio para exponer su caso y tratar de buscar una solución al respecto.
Este no es un hecho insólito. No es la primera vez que sucede. Y es que, cuando se contratan servicios con profesionales no colegiados, existen una serie de riesgos que pueden resultar en una falta de protección legal, el incumplimiento de las leyes y reglamentos pertinentes, la indefensión ante la falta de seguro de responsabilidad civil y, en general, daños materiales y personales irreparables.
La defensa de la colegiación es una garantía de seguridad para la ciudadanía. La decana de COGITI Valencia, Angélica Gómez advierte que “si una persona tiene un problema al contratar los servicios profesionales de un colegiado, nosotros podemos intervenir, incluso sancionarle siempre en defensa de los derechos del ciudadano. Pero si no está colegiado, no podemos hacer nada”.
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