José García es vicedecano del COGITI Valencia. También es socio fundador de Grupotec, la ingeniería valenciana con mayor volumen de proyectos de instalación de renovables. Ello le coloca en una prvilegiada posición para valorar los cambios legislativos en este área. En esta entrevista nos da motivos para el optimismo: 'El resto de CCAAA tenían procedimientos específicos para estas tramitaciones, y al carecer el nuestro de un procedimiento claro, ágil y concreto al respecto, corríamos el peligro de que la inversión se desviara a otros territorios'.
-El decreto ley 14/2020, de 7 de agosto, del Consell, de medidas para acelerar la implantación de instalaciones para el aprovechamiento de las energías renovables por la emergencia climática y la necesidad de la urgente reactivación económica, pretende multiplicar por 4 y por 16 la generación eólica y la fotovoltaica, respectivamente. ¿Le parece viable esta apuesta? ¿En cuánto tiempo?
La conciencia social y el apoyo institucional a la transición energética coinciden con un momento de bajos tipos de interés y alta volatilidad en los mercados. Ello conlleva un fuerte apetito inversor en renovables. Todo esto hace muy viable la apuesta del Consell y pienso que es alcanzable antes de una década.
-¿Por qué estos cambios antes de aprobar la Ley Valenciana de Cambio Climático, un texto en el que deben de entrar todas estas cuestiones?
La Ley Valenciana de Cambio Climático incluye muchas otras cuestiones al margen del decreto ley 14/2020, y su tramitación y puesta en marcha definitiva se debe producir a medio plazo. El decreto ley 14/2020 viene a cubrir una necesidad fuertemente reivindicada por el sector, visto que el resto de CCAAA tenían procedimientos específicos para estas tramitaciones, y al carecer el nuestro de un procedimiento claro, ágil y concreto al respecto, corríamos el peligro de que la inversión se desviara a otros territorios.
-Actualmente, y según los datos que ha hecho públicos el Gobierno valenciano, en nuestro territorio hay instalados 364 MW de fotovoltaica y 1.255 en eólica. Sin embargo, la apuesta más fuerte es por la fotovoltaica. ¿A qué cree que se debe esta estrategia?
Pienso que se debe fundamentalmente a dos motivos, el primero que la tecnología de generación con tecnología fotovoltaica está claramente en inferioridad en el mix energético de nuestra comunidad, y en segundo lugar, porque las instalaciones eólicas, por su ubicación física, suelen tener más condicionantes medioambientales.
-Este decreto ley se suprime los planes especiales como instrumento de desarrollo del plan eólico valenciano y sustituye dicho instrumento por una autorización territorial específica por uso y aprovechamiento del suelo. ¿Le parece acertado este cambio?
Creo que es acertado, ya que los planes especiales eran una barrera que dificultaba la entrada para muchos actores del sector, y con esta decisión, todos tienen la posibilidad de desarrollar y construir instalaciones de generación, siempre y cuando se cumplan los criterios exigidos.
-Para centrales fotovoltaicas, hasta 50 MW, se establecen las preferencias de emplazamiento, que han de ser compatibles con los planes territoriales y urbanísticos que cumplan con las condiciones medioambientales, funcionales y territoriales. ¿En qué cambia esto la situación anterior?
El decreto ley marca por criterios medioambientales tres tipos de zonas: una donde las instalaciones renovables son preferentes, otra donde son condicionadas y una tercera donde son prohibidas. Esto da más seguridad y elimina incertidumbre en el momento de iniciar la tramitación de los proyectos, favoreciendo la agilidad administrativa de los mismos, simplificando el proceso al nombrar a la Dirección General de Industria, Energía y Minas responsable del procedimiento.
-Este decreto ley también pretende impulsar la economía valenciana. ¿Hasta qué punto puede ser así? ¿Estamos hablando de una mejora significativa?
La Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) estima que cada euro invertido en renovables en la Unión Europea contribuye a incrementar en 0,8 euros el PIB. Este dato deja claro que las instalaciones renovables son una muy buena palanca de impulso para la economía y está en la mano de todos no perder este tren de progreso para nuestra tierra.
-Hace tres meses, con la presentación del anteproyecto de Ley de Cambio Climático, las grandes eléctricas querían saber si nuestra tierra apuesta por las plantas de energías renovables. ¿Le consta si han conseguido saber algo?
El decreto ley 14/2020 regula la tramitación administrativa de las instalaciones que son competencia de la administración autonómica, es decir plantas de hasta 50 MW, favoreciendo claramente las instalaciones menores de 10 MW y sobre todo, las que tienen evacuación en media tensión, así como autoconsumos y comunidades energéticas. No se regula en dicho decreto ley la tramitación de instalaciones mayores de 50 MW, ya que por ley no son de competencia autonómica.
-La simplificación de los procesos administrativos es otro de los caballos de batalla del sector. ¿Va a servir este decreto ley para avanzar en esa dirección?
Esa es la intención, y creo que va en la buena línea de simplificar y acortar plazos de tramitación, con el fin de igualar o mejorar en plazos a las administraciones autonómicas limítrofes a nuestro territorio. Solo cabe exigir a la administración que además del decreto ley, que pienso que es una buena herramienta para avanzar en la dirección correcta, se dote de los medios necesarios, tanto materiales como humanos, para que no sean el cuello de botella de la tramitación, y los proyectos se resuelvan administrativamente con la máxima prontitud posible.
-¿Es usted más optimista o menos optimista que hace tres meses con la Ley Valenciana de Cambio Climático?
La ley sigue su curso, y ya tendremos tiempo de valorar en el momento de su publicación definitiva. Lo importante es que el decreto ley 14/2020 recientemente aprobado resuelve muchas de las reivindicaciones históricas del sector, y tenemos que ser capaces de llevarlo a buen fin por el bien de todos y para colocar a la comunidad en una buena posición como generadora de energía eléctrica renovable.