Reinsertar a mujeres que han sido víctima de trata de blancas. Ese es el objetivo de Esclavitud XXI, una asociación que trabaja sobre el terreno para arrancar a mujeres de las garras de la prostitución. Para ello, se ha celebrado una jornada en COGITI Valencia, entidad que colabora con la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP). A la cita acudieron representantes de la asociación Esclavitud XXI, de EVAP y de la Policía Nacional para instar al mundo empresarial a colaborar en la reinserción social de mujeres que han decidido escapar de la prostitución.
Establecer una relación de confianza
«No es fácil convencer a una mujer de que se atreva a abandonar la calle para emprender una nueva vida», asegura Jorge Rodrigo, de Esclavitud XXI. Esta asociación sale una vez a la semana a las calles de Valencia para entablar relación con mujeres prostituidas. Según explica Rodrigo, «existen cuatro zonas donde se concentra la práctica totalidad de la prostitución callejera de Valencia: la depuradora de Pinedo, la zona de Bonaire, la Pista de Silla y Barón de Cárcer. Nosotros las visitamos e intentamos entablar una relación de confianza, algo que no se consigue con una o dos conversaciones, es un trabajo que nos puede llevar dos o tres meses y que muchas veces no se ve recompensada por la frecuente rotación de mujeres y la vigilancia de los proxenetas».
A pesar de las dificultades, consiguen que algunas se confíen a la asociación. «Una vez conseguido, las llevamos a pisos de acogida en otras ciudades españolas para ponerlas fuera del alcance de sus explotadores y comienza un proceso de reinserción: asistencia médica y psicológica, servicios médicos, talleres para recuperar su anterior forma de vida y apoyo jurídico», enumera Rodrigo, quien lamenta «las dificultades para conseguirles un contrato de trabajo. Por eso estamos aquí, para solicitar apoyo a empresarios que apuesten por contratar a mujeres que luchan por rehacer su vida».
«Pedimos la colaboración del empresariado valenciano»
La psicóloga Silvia Villares, socia de EVAP, impulsó la colaboración entre ambas entidades: «Todo empezó hace un año y medio, cuando me propusieron escribir un relato para el libro Ellas también cuentan, que aborda la vida de veintiuna mujeres de la biblia pasada por la pluma de otras tantas mujeres de hoy. Los beneficios eran para Esclavitud XXI. Conocí también a la gente de EVAP, me hice socia y les propuse utilizar la red de contactos de la asociación para ayudar a estas mujeres a encontrar un empleo. Y aquí estamos hoy, trasladando este problema al empresariado para pedir su colaboración».
La presidenta de EVAP, Eva Blasco, incide en el empoderamiento que promueve su asociación: «Entre nuestros objetivos está posicionar, visibilizar y empoderar a la mujer empresaria. Algo parecido a lo que queremos conseguir con esta iniciativa: hacer visible el problema de la trata de blancas para fomentar la Responsabilidad Social de la Empresas (RSE), área en la que trabaja uno de nuestros comités, y ayudarles a conseguir una nueva vida, a empoderarse».
La trata de blancas preocupa al Consell
La cita contó con la asistencia de la directora general de Justicia de la Generalitat Valenciana, Maria dels Ángels García Vidal, quien reconoció que el problema de la trata de blancas con fines de explotación sexual preocupa al Consell: «Hemos promovido en colaboración con el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia cursos para formar a abogados de oficio en este ámbito. El objetivo es que conozcan la trata de blancas a través de especialistas y que así puedan abordar mejor este tipo de casuística. También hemos creado una red de oficinas de asistencia multidisciplinar a víctimas de delitos con personal especializado en violencia de género y trata de blancas. Además, el Consell ha creado un protocolo de colaboración para prestar asistencia a las víctimas de trata de seres humanos en el que actúan la Generalitat Valenciana, la Fiscalía y la Delegación del Gobierno para proteger a las víctimas».
La directora general ha valorado positivamente «este tipo de iniciativas, que buscan la implicación de la sociedad. La Administración no llega a todo y es muy importante la labor de asociaciones como EVAP, que en este caso está pidiendo una actuación directa al mundo empresarial para combatir un problema que tiene nombre, y se llama trata de blancas».
La esclavitud, en pleno siglo XXI, sigue conviviendo con nosotros. ¿Vas a negarte a colaborar para erradicarla?