El Colegio de Ingenieros Técnicos y de Grado de Valencia y el Instituto Valenciano de la Edificación han firmado un convenio para colaborar en el proyecto Smart and Sustainable Offices (SSO) de la iniciativa estratégica Bulding Technologies Accelerator de Climate-KIC. El resultado servirá para validar una guía de directrices para oficinas sostenibles, que en un futuro podría convertirse en una certificación. El proyecto
Smart and Sustainable Offices (SSO) del programa europeo
Climate-KIC tiene como objetivo la evaluación del impacto de las condiciones ambientales de las oficinas en el bienestar, rendimiento y salud de los trabajadores. En función de las conclusiones se elaborará un sistema de evaluación y diseño de estas condiciones y su posible certificación. Se busca establecer la correlación entre las condiciones ambientales en ambientes de trabajo y bienestar/salud/rendimiento de los empleados para desarrollar una guía de directrices para oficinas sostenibles, donde la eficiencia energética será una premisa tomada como base. No se descarta que esta guía pueda convertirse en un futuro en una certificación.

Un proyecto europeo El proyecto SSO está siendo desarrollado por varios socios: el Instituto Valenciano de la Edificación–IVE, el departamento Civil and Environmental Engineering de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia y el Instituto IDOCAL de la Universidad de Valencia. Tiene su punto de partida en una investigación anterior desarrollada en Suiza por la School for Facility Management de Wädenswill y la Universidad Tecnológica de Chalmers. La primera fase del proyecto se ha completado a finales de 2016, y ya se ha planificado la segunda, que está previsto desarrollar durante 2017.
Una de las etapas fundamentales de este proyecto es la aplicación experimental de la Guía de Diseño SSO a través de la participación de empresas o entidades cuyas oficinas vayan a someterse a un proceso de reforma. Desde el IVE, tal y como defiende su directora Begoña Serrano, «es básico involucrar a los agentes sociales y profesionales a los que va dirigida la Guía y la posible certificación, lo que permite enfocar adecuadamente la evaluación y certificación de oficinas a las tendencias y realidad del mercado».
La sede del COGITI Valencia se reformará con estos criterios Tras conocer la iniciativa, COGITI Valencia ha decidido participar como oficina piloto, ya que está previsto acometer reformas en las dos plantas de que dispone la entidad en la calle Guillem de Castro. «Cuando el IVE nos propuso participar en la experiencia piloto de la Certificación SSO con la reforma de nuestra sede, no lo dudamos. Estamos abiertos a colaborar con instituciones públicas y privadas para contribuir a la mejora de nuestra sociedad», ha manifestado la decana del COGITI Valencia, Angélica Gómez. Además, ha recordado que muchos de los colegiados del COGITI «desarrollan su actividad en el ámbito de las instalaciones y la eficiencia energética en la edificación» y que en la Junta de Gobierno «nos preocupamos de que nuestro personal trabaje en un entorno laboral confortable y adecuado». Recientemente, personal del Instituto Valenciano de la Edificación ha visitado la sede de COGITI Valencia para hacer una primera inspección e intercambiar impresiones con los responsables del colegio.

La experiencia piloto permitirá, tanto a la dirección del colegio como al equipo de proyectistas responsables del diseño y ejecución de las obras, la adaptación en la medida de lo posible de la reforma a las características propuestas por la Guía de Diseño SSO. Estas características podrán enmarcarse en los requisitos correspondientes a ahorro energético, uso sostenible de los recursos naturales, calidad del aire, confort térmico, acústico o lumínico, distribución de los espacios, su equipamiento, la accesibilidad o diseño inclusivo o la imagen y biofilia. Es importante destacar que la Guía de Diseño SSO, además de establecer determinadas condiciones físicas de las oficinas en cuanto a elementos constructivos, instalaciones, diseño espacial, equipamiento o mobiliario, fomenta la incorporación en el sistema de gestión de la empresa de planes de mantenimiento y de protocolos de participación de los empleados para la evaluación de su confort y de las posibles necesidades que les vayan surgiendo.